Vértigo

de miAsumo que soy imperfecta y que no puedo con todo. Que mis días tienen 24 horas como los de todo el mundo y las horas 60 minutos. Pero no puedo soportar la idea de que ellos no consigan la perfección que a mí me falta. Enloquezco comprobando mi torpeza al no saber encauzar unos caminos que se alejan de los senderos marcados. El mundo está dirigido por locos perfectos que no aguardan ni un ápice de empatía y justicia para aquella cordura imperfecta de las mayorías. Y me da vértigo pensar en el día que repliegue mis alas y deje a la intemperie a estos polluelos, presas de un mundo tan inhóspito como vehemente con aquellos que se alejen de su demencia creciente.

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