Quisiera tener el poder de detener el tiempo en este instante, de ser capaz de retener tantas sensaciones en mi memoria, pues es un momento irrepetible. Te miro a los ojos y me emociona lo que veo, están llenos de energía, de curiosidad, de brillo, de amor. Me estremece por fin estrecharte entre mis brazos, anhelado tanto tiempo ,se estaba convirtiendo en una espera desesperada. El lazo que se forma entre nuestros dedos es el más fuerte que existe y existirá con el paso de los tiempos. Nuestra piel se acaricia como las primeras gotas de lluvia al caer sobre las hojas, lenta, tierna, fresca. Unos labios perfectamente encarnados enmarcan la más bella de las sonrisas.
Nunca hubiera imaginado una cara tan bonita, una cabeza tan perfecta, unas manitas tan blanditas, una piel tan suave, un olor tan entrañable. Estaba segura que merecía la pena esperar, el momento estaba cerca, tu debías decidir cuál, pero yo estaba preparada, estábamos compenetrados perfectamente en el viaje hacia la luz, en tu primer viaje hacia la vida, tu vida, mi nueva vida. Gracias por estar aquí, por darme la oportunidad de seguir creciendo junto a ti, por darle mayor sentido a mi existencia, el de ser madre.
Esta sensación, esta experiencia, dos veces vivida, ésta y no otra, me ha atado a la vida cuando ya no había razones y hace que cada día, pueda seguir de pie.
Efectivamente corazón, estas dos buenas razones nos ha de alentar día a día, pero sobre todo debe ser LA VIDA, pues esta, la tuya, solo la viviras una vez, y no más. Somos madres, sí, pero antes de nada, somos personas, y esto no quiere decir que una cosa este por encima de la otra, pero en ningún caso debemos dejar que una de ellas niege la siguiente,somos y seremos , un compendio de todas ellas.