Mentiría si dijera que esto ha sido fácil. En absoluto sería fiel a la realidad si escribiese sobre una relación en la que los días hubieran sido un camino de rosas. Pero estaría en lo cierto al decir que ha sido nuestro camino, porque lo hemos construido juntos, nos hemos hecho el uno al otro.

Es cierto que en esta página he escrito sobre muchos, diversos temas, más o menos personales, menos o más fruto de mi imaginario. Y sé que te debo tu relato, que todavía no me había atrevido a escribir nuestro capitulo, mejor dicho tú capitulo.

Si alguien me preguntase en este momento cual ha sido la mejor decisión que tomaste en tu vida, sin duda diría que aquel sí que te dije en la sala de cine tras esa magnífica Pretty Woman. Incluso aquel comienzo tuvo su reconsideración, pero entonces aquella vida se truncó y nos demostró que el tiempo es un regalo divino que no se puede desaprovechar. En aquel momento, nadie hubiera acertado sobre el pronóstico de nuestra relación. Estoy segura que muchos dieron por hecho que sería un juego de adolescentes, algo pasajero, en mi caso , incluso de niña caprichosa . Pero las previsiones, son eso, previsiones, y no siempre se acierta, te lo digo yo que sé de lo que hablo.

Y somos muy diferentes, cada día menos quizá por los años que llevamos juntos. Pero en todo este tiempo, ninguno de los dos ha pretendido conscientemente anular al otro. Con más o menos esfuerzo y entendimiento, hemos aprendido a respetar lo que nos hace dos , y no uno. Tu pragmatismo me ha ayudado a levantarme en cada fracaso , que a día de hoy han sido algunos, claro está. Y mi idealismo te ha enseñado a ver que algunas cosas son posibles, no todas, pero sí más de las que creías en principio. Mi terrible cabezonería ha conseguido que tu soberbio orgullo retrocediera en favor de ese amor infinito que se escondía ahí dentro, porque nadie te había dicho que demostrar los sentimientos nunca te hace más débil, por el contrario, fortalece el alma.

Hemos superado los miedos juntos, cada uno el suyo y algunos compartidos. Hemos apretado fuerte los puños y los hemos mirado a la cara para espantarlos. Hemos comprendido que el mayor tesoro que tenemos no se encuentra en una cuenta del banco por mucho que crezca, sino en cada una de las experiencias que disfrutamos y vamos depositando en nuestro cofre de los recuerdos. Estamos aprendiendo a cómo transmitírselo a nuestros hijos para que entiendan y les ayude a configurar y encontrar su propio destino.

Has sido el mejor compañero de viaje, metafóricamente hablando. Y me costa que aún nos quedan los mejores lugares por visitar, literalmente. Porque el mundo es un lugar maravilloso que quiero seguir descubriendo contigo, pues no me imagino paseando sola por los canales de Venecia o fotografiando el skyline de Manhattan sin tu mano sobre mi hombro mientras acaricias mi mejilla con tus labios. Porque te necesito para que me ayudes a entender lo que estoy buscando en este nuevo periodo en mi vida. Porque aunque nuestras mentes aún tienen concepciones distintas sobre muchos aspectos de la vida, hemos conseguido que nuestros corazones las interpreten desde el mismo punto de partida. Por eso, poco a poco , es más lo que nos une que lo que nos separa.

Por eso aunque continuemos siendo dos , lo mejor de todo es que la mayoría del tiempo somos uno más uno.