Necesito más luz para encontrar el nebuloso y enigmático universo de las palabras, desaparecer en la galaxia de su dulce y ácida semántica, retornar en cada uno de sus chirriantes fonemas a este caótico e incierto planeta.
Necesito arañar la realidad con las metáforas y las utopías del pensamiento, esconder lo siniestro en parábolas y fábulas de Esopo y anidar paradojas entre tus historias, las mías y las nuestras en una elipsis perfecta , sutil y clandestina.
Necesito morir por el exceso de tus versos y mi prosa, transgredir los límites de lo finito a través de nuestras vehementes estrofas ,esconder el miedo a lo desconocido en esas líneas perversas lanzadas al vacío.
Constrúyeme tantas historias como esas estrellas tatuadas que vigilan el firmamento, necesito de ellas el consuelo y la esperanza para el corazón de un mundo tan indemne como anémico y obsceno.
Deletréame los sinónimos que se superponen a nuestros oníricos encuentros.
Adelántame el sentido de los lexemas que van traduciendo el incesto entre la humanidad y su memoria,
entre ese cielo y aquel infierno
que nos lleva a los antónimos de todo lo que nos habíamos propuesto.