Pasaba los días pegado a una balón , chutando, pateando y peloteando sin fijarse en las horas que le robaba al reloj . El césped, asfalto , la arena o el mar no eran más que los cómplices de su única ilusión. A su alrededor formaba corrillos de personas boquiabiertas con las destrezas de aquellos pies casi aún infantiles. Goleaba a las olas con tanto entusiasmo que hasta el mar enfurecía por burlarse de su bravura y desterraba lo mas lejos que podía aquel balón multicolor. Entre todos los espectadores de estas exhibiciones apareció un ojeador que pasaba por primera vez sus vacaciones en esta playa. Disfrutó con cada parada, pirueta o chilena entre la arena y el agua, entre la tierra y el mar. Permaneció petrificado sobre las rocas del dique que mantenía alejados a los ufanos pescadores, enredados estos también entre el sedal y bote de gusanos por no quitarle ojo al muchacho y su balón. Cuando el corrillo de gente se hubo disuelto, el buscador del próximo balón de oro se acercó al muchacho : -Eres un crack jovenzuelo. Sabes manejar muy bien la bola. Vas a llegar muy lejos si continuas peloteando así.
-Gracias señor , eso dicen, q no se me da mal.
-Pues quien te lo haya dicho tiene mucha razón , verdaderamente haces cosas increíbles. Me encantaría verte en acción dentro de un campo de verdad, como el Camp Nou o el Bernabéu. Yo podría ayudarte a conseguirlo , a conseguir un buen fichaje , un excelente contrato , una vida de ensueño . Que me dices ?
-Pero eso cuanto me va a costar a mi.
-A ti? A ti nada chaval . Yo me encargo de todo por ti. Solo es cuestión de que confíes en mi. Si? Lo harías ?
- Pero algo debe haber que no me cuentas porque no puede ser tan fácil
-
No hay nada oculto , nada. Solo tendrás q confiar en mi y venirte a Madrid o Barcelona , eso si. Tus padres habrán de confiarte a mi , solo hasta que seas mayor de edad . Pero bueno , aun queda para ello. Mientras yo me ocuparé de ti como si fueras mi hijo.
Y según pronunció estas palabras el muchacho dio varios pasos hacia atrás con el balón apoyado sobre su cintura. Cogió la mochila que reposaba junto a la silla de su amigo socorrista y se dispuso a continuar playa abajo hasta su casa.
- qué me dices ? No creas q me paro con cualquiera para plantearles esta oferta tan suculenta. Eres el primero en muuuucho tiempo, te lo aseguro. Como tb te digo no todos merecen mi atención , salvo esos fantásticos pies.
Con el guiño en su mirada por unos rayos de sol insistentes , contestó con una amplia sonrisa en sus labios:
-tampoco eres el primero , ni serás en último en decirlo , pero , no crees que si hubiera querido irme de aquí no lo hubiera hecho ya?
Lo que tu me ofreces ya lo tengo aquí y no me hace falta nada mas , no lo cambiaría por todo el oro del mundo. Porque aquí dedico el tiempo que quiero y puedo a lo q mas me gusta , que es golpear mi balón , y además con ello, consigo entretener a mucha gente sin que surjan enfados o rivalidades absurdas entre ellos. Porque no pertenezco a ninguno de esos credos , tan solo pertenezco al tiempo , y a lo que yo decido que quiero que me desgaste .
El ojeador abrió la boca mas aun que con el espectáculo anterior. Jamás hubiera imaginado una negativa por respuesta; jamás antes la había recibido.
-De todos modos si lo vuelves a pensar , aquí tienes mi tarjeta -y sacó un rectángulo de papel blanco con un logo rojo y azul.
-Gracias, lo mismo te digo. Si vuelves a pensarlo ya sabes donde encontrarme . Ni un paso más allá ni acá , estaré volando mi pelota al son de mis pies.