Mar Errante

Cuánto te necesito querido mar. Tanto que vuelvo una y otra vez sobre esta galería, buscándote fotograma a fotograma para saciar mi sed , o encontrar paz. Es tan difícil mantenerse de pie cuando las fuerzas te abandonan , cuando el para siempre se ha borrado de la agenda y los días se van convirtiendo en nunca más. Necesito la sal de tus lagrimas para secar las mías, la música de tus olas para calmar mi ruido , ese que no cesa de atormentar mis pasos, con esa resaca tuya que desdibuja una y otra vez mi camino. Ilumina por favor el cielo y devuelve el brillo a las estrellas , aquellas que guardan con celo los secretos de todas esas historias que aun me queda por escribir. Nunca me canso de mirarte y pedir que me devuelvan todo lo que es mio . Eso que me quitaron quienes no entendieron que por vivir de verdad no se cometen errores. Que se equivoca tanto el que se convierte en una estatua que observa lo que sucede delante de sus narices como el que lo abandona todo por ella, por vivirla de golpe. Encontrar el termino medio es un lujo solo de algunos virtuosos . Yo no llegué. Por eso aún te necesito, mar errante.

El mar, mi fuente de energía

Deja un comentario