Mágic Disneyland.

20120702-000520.jpgYo quiero vivir en Disneyland. El mundo que diseño Walt Disney repleto de luz y de color ha vuelto a emocionarme. No solo por ver como mis hijos han tenido los ojos repletos de ilusion y fantasía durante cuatro días, no solo porque la música se cuela en las entrañas y estremece el alma, no solo por la majestuosidad de un parque diseñado desde la imaginación de un niño. Yo quiero vivir en un mundo donde la envidia de la madrastra de Blancanieves tiene su castigo, donde se castiga a quien ofrece la manzana envenenada y no a quien la muerde, donde da lo mismo que la casa sea pequeñita y ya seamos muchos para vivir, pues siempre hay un hueco para el desamparado. Yo quiero vivir en un lugar donde la bondad de Cenicienta pese al maltrato de sus congéneres tiene como recompensa conseguir un vida mejor al lado de su amado. Yo quiero vivir en un lugar donde la avaricia cae en los dientes de un cocodrilo, o donde lo verdaderamente importante ante el descubrimiento de un nuevo mundo no es lo que tienen sino las personas que en el habitan, como descubre el capitán Smith en Pocahontas. Yo quiero vivir en un mundo donde no existe el miedo ante lo nuevo y desconocido, solo ilusión , amor y esperanza. Aunque solo sea por volver a todos estos valores, porque los niños puedan crecer viviendo inconscientemente entre estas moralejas, que bonito es el mundo de Mickey Mouse.

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