LOS PORQUÉS DE MI AHORA

¿Y por qué @lasclavesdesol me ha salvado de una vida ordinaria e impostora?

Antoñetta en la firma de Sol Aguirre

Porque cuando la encontré en Instagram, allá por la primavera del 2018 sin conocernos absolutamente nada, cada una había creado un personaje que se llamada Sofía y que vivían una experiencia vital en Nueva York (ciudad que nos apasiona a ambas y a muchas de vosotras, lo sé).

Porque a través de sus Stories conecté con aspectos de su vida que en algo, o en mucho tenían, que ver con la mía (como esos dos pre-adolescentes que juegan a diario con nuestro amor maternal, paciencia y saber estar cual  malabaristas de un circo, o esos grupos de whatsApp infinitos sobre cuestiones tan transcendentales como la manera más complicada de hacer un disfraz de reno con goma-eva para la fiesta escolar de Navidad).

Pero lo que más me ha conectado con ella, es su filosofía, su crisis de los cuarenta, su darle la vuelta a la vida tan ordinaria que llevamos todos como si de un calcetín recién sacado de la lavadora se tratase.

Dos años antes de este primer contacto había puesto el contador de mi vida a cero.

Recién cumplidos los 40, un proceso de ERE me abrió una ventana desde la que se divisaba un paisaje algo borroso, como el Sunrise de Monet, pero con una amalgama de colores que hacía presagiar el más bello de los escenarios para mí. Y me lancé, sin mirar atrás y con el miedo soplándome en el cogote.

Y en el camino de estos tres años y medio de darle vuelta a mis calcetines, las Claves de Sol (y el último taller de MARCA PERSONAL con ella y @leirelarra) han hecho que reconozca de una vez por todas   quién es Nedda Soriano:

Y soy la EMPATÍA por todo lo que te hace feliz y lo que te quita el sueño; soy los VALORES que he mamado, por una justicia social que poco tiene que ver con la política y mucho con DEFENDER LOS DERECHOS HUMANOS;  soy MI ESCRITURA para transgredir todas esas barreras impuestas, propias y ajenas.

Y además soy mi FAMILIA, mis AMIG@S, mis ganas de SEGUIR SOÑANDO hasta que las moléculas de oxigeno se pierdan por siempre en el universo de la cosas. Es el momento de mi AHORA.

Y mi AHORA, por fin, le sopla en la cara al MIEDO.

 

¡GRACIAS SOL, GRACIAS LEIRE POR MOSTRARME CLARAMENTE HACIA DóNDE TENÍA QUE MIRAR!

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