Gerberas naranjas

gerberasSabes que no me importa que llueva, Laura. Hemos hecho mil veces este camino en peores condiciones. Además esto son cuatro gotas, ¿no lo ves? Mira el cielo , solo acecha esa nube negra de ahí. De todas formas, tranquila he traído mi paraguas negro, ya lo abro. Lluvia, lluvia fue la que nos cayó en Londres ¿recuerdas? Vaya cuatro días pasados por agua. Es lo que tiene viajar cogiendo esas ofertas de última hora, el tiempo puede traicionarte, como ahora, pero no pasa nada, como entonces, lo importante es el paisaje.

Parece que ahora comienza a caer más fuerte, aceleremos el paso a ver si llegamos a la palmera y nos resguardamos antes de empaparnos. Ya debían haber empedrado este sendero, siempre ha estado muy transitado y se transforma en un barrizal cuando llueve.

Allí está la palmera, ya llegamos. Cada vez me parece más alta. Casi tanto como las palmeras de las playas de Cancún. Bonito viaje ¿verdad? Allí la sombra de las palmeras eran un buen lugar para tumbarse , relajarse e incluso, si te descuidabas echarse a dormir. Aquello fue un no parar, excursión tras excursión y fiesta aquí y fiesta allá. Y el cielo de por las tardes me recuerda un poco al de ahora, esos nubarrones grises que lo envolvían todo en un instante, engullendo cualquier rayo de sol y soltando todo el agua en 10 minutos. Igual que ahora, 15 minutos ha durado ¿lo ves?, ya podemos continuar el paseo.

Parece que este año les está costando venir a recoger el trigo.¿ No crees que está demasiado seco? Sí quizá haya exceso de cosecha, o se han acabado las subvenciones y ya nos les merece la pena. La verdad, la imagen de verte correr entre las espigas es casi bucólica, pero ¡cómo pinchaban las puñeteras! Recuerdas la vez que tuve la mala suerte de caer y se me fue a meter una por la nariz, ¡qué susto! Ya me veía en quirófano víctima de una rinoplastia, que tampoco me hubiera venido mal, ciertamente. Pero bueno, con unas pinzas todo quedó solucionado sin más. Sí, algo victimista soy , qué le vamos a hacer.

Vaya, vaya, pues llevamos buen paso hoy. Hemos caminado más de la mitad del recorrido en menos de 40 minutos. He vuelto a seguir tus consejos y voy cogiendo fondo poco a poco. Ya sabes que me hice algo perezoso cuando empezaste a dejarme solo en los paseos. Sí, pues el corazón enseguida se acomoda, y se fatiga si falto muchos días . Estoy volviendo a coger el ritmo, ¿no lo notas?

Por cierto, se me olvidaba. Ha vuelto a llamarme tu hermana. La situación de tu padre se agrava y hay que buscarle una solución ya. No puede permanecer mucho más tiempo solo. Nunca le ha gustado, ya lo sabes, pero todo esto le ha venido muy grande, no puede superarlo. Todo es más complicado de entender cuando crees que ya ha llegado tu hora y no eres el elegido. En fin, he quedado con ella este sábado. Haremos todo lo posible por encontrarle un lugar en el que esté atendido y acompañado.

Mañana viernes vienen Fran y Ceci, llegan de Dublín. Que no se me olvide ir a recogerlos al aeropuerto. Sí, yo también tengo muchas ganas de verlos. Todo ha pasado tan deprisa que es normal que no pudieran venir antes. No pasa nada, siempre son bienvenidos, cariño, lo sé. Estaremos bien, te lo prometo. Seguramente que por la tarde, volvamos por aquí. Les encantaba acompañarnos en estos paseos siempre que venían a Ronda.

Ya estamos llegando. Nunca me ha gustado esta puerta, demasiado antigua, esos barrotes negros están excesivamente oxidados, podrían pintarlos un día de estos. En realidad, no creo que encontrase acogedor ningún lugar de estos. Todos me parecen oscuros , ausentes y fríos, aunque luzca un sol de septiembre como el de hoy. Ya son las 7.20 y aun no se ha escondido. En breve tendré que adelantar mis paseos o llegaré de noche y me costará más encontrarte.

Hola Laura, ya estoy aquí. Hoy te he traído gerberas, naranjas, como las que llevaste el día de nuestra boda.

Deja un comentario