Esto que imprimo hoy no es algo nuevo, los escribí hace unos dos años, pero siento que es atemporal, por el momento….

Esta tarde paseaba con mi primogénito, y , no es amor de madre, pero es un niño muy inteligente y con un gran corazón. LLevaba una piruleta en la mano, y al no encontrar una papelera y ver que el suelo que pisaba estaba sucio, aunque nunca lo hace ha tirado el palo al suelo.Se ha dado cuenta de lo que ha hecho y ha intentado justificarlo diciéndome, «mama es que no hay papelera y como la gente ha tirado cosas al suelo y está sucio» , a lo que por supuesto le he contestado, «Cariño, tu tienes que hacer lo que hace todo el mundo o lo que tú crees que está bien hecho?» y sorprendentemente me ha contestado, «mamá , pues claro, lo que está bien». Mi hijo solo tiene 4 años, y está empezando a distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, lo justo de lo injusto, lo bueno de lo malo, en definitiva los valores que determinarán su camino el día de mañana. En este aprendizaje tiene vital importancia lo que «mame» de su familia, de sus amigos, de sus educadores, de su entorno. Pero hoy , tras hablar con la mamá de un amiguito suyo que está pasando por una circunstancia esperpentica en el colegio y en nuestro entorno, por el simple hecho de que su hijo tiene una intolerancia alimentaria , me pregunto si seremos capaces de hacerle entender que por encima de todo, debe aprender a respetar a su madre, a su padre, a su hermano, a sus amigos, a sus educadores, a su entorno y, aceptar tal y como son cada uno de ellos, sin que las diferencia puedan generarle rechazo. Por ello, hoy más que nunca veo la inmensidad del mundo enfrentada a unos, cada vez más, diminutos valores.