Todo se apaga, todo se funde, el cielo oscurece y el planeta respira con un profundo suspiro. Un momento simbolico que refleja cual puede ser el futuro de un mundo que evoluciona ajeno a sus necesidades, a sus advertencias y a su ser, en esencia. Vivimos apresurados por obtener el mayor desarrollo ,sin que sea imprescindible para ello respetar a nuestro casero. Somo esos parasitos insaciables en un mundo de recursos finitos, inconscientes de su limitación, que deboramos cuan voraz ave carroñera.

    Debemos volver al equilibrio , al uso consciente de los recursos del planeta, al respeto por esta nuestra tierra. Las sombras que preceden  la luz seran actos voluntarios y consecuentes con la majestuosidad de un mundo de todos , respetado y cuidado por cada uno de nosotros.