Cocina francesa

      La verdad es que en muchas ocasiones la cocina ha sido un lugar donde he encontrado el espacio que necesitaba para dejarme llevar por los sentimientos. Los pucheros , las especias y deseo por degustar algo verdaderamente especial, disipaban cualquier mal momento del día. El llevar a punto de nieve unas claras de huevo, deshacer la harina en mantequilla para esa cremosa bechamel que acompaña de buena gana cualquier tipo de pasta, o absorber los aromas de las especias sobre la carne o el pescado, son sensaciones que efectivamente me han transportado a estados de relajación excelentes. Es por ello que pueda parecerme tan exquisita la película que me acabo de cenar. La interpretación de Meryl Streep es quizás, un tanto desmedida en algunas ocasiones, aunque he de decir en su favor, que no es de mis actrices favoritas y no parece que el doblaje haya sido fiel 100 por 100 al original, por tanto démosle un voto de confianza, dado que la historia si que es emotiva, emocionante y muy, muy sensitiva. Cuando Julie comienza a cocinar sus recetas, verdaderamente te dan ganas de ponerte a trastear en la cocina y probar si esa combinación de la mantequilla con las yemas de huevo dan ese toque tan especial a sus recetas. Es curioso, Julie comienza a escribir un blog para compartir con los lectores su necesidad de demostrarse que es capaz de comenzar y acabar algo, otros escribimos en un blog simplemente para demostrarnos que después de todo, aún podemos escribir. El hecho  es que la historia refleja la búsqueda de dos mujeres por encontrarse, por hacer algo que les llene, que les realice como personas, no solo como esposas, funcionarias, etc…., y esto si que me parece sinceramente importante, ¿a ti no?

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