Y esto no ha hecho nada más que empezar. Ahora toca renovarse o morir. Y no crean que es fácil salir de la rueda de ratón y ponerse manos a la obra. Primero hay que sujetar fuerte el ombligo porque el vértigo azota con fuerza y parece que va a conseguir tirarte al suelo y zarandear a lo loco tu cabeza para desalojar de ella cualquier atisbo de sosiego, armonía y creatividad alguna.
Han sido muchos años dedicada a hacer lo que debía hacer. Por un trabajo aparté de mi vida aquello que le daba sentido a todo, esto que me ayuda a entender el mundo que nos rodea, a exprimirlo con los dedos y las teclas, a nombrarlo , conectando cada significante con su significado.
He estado triste por los que dejé en aquella oficina, en ningún caso por el trabajo que, como un autómata, realizaba año tras año. Estresada por el presente que asumo y que parece apoderarse de mis días sin orden ni concierto con tanta tarea acumulada en el rincón de «mañana lo hago». Y angustiada por un futuro que se muestra hoy más incierto que ayer, pero a la vez lleno de espacios en blanco que estoy dispuesta a escribir desde ahora mismo. Y a ratos, soy feliz. Son esos momentos en los que Bruno y Mario me recuerdan que ellos son la razón más importante de mi existencia, esta que le da sentido a todo, y que, como mis teclas y mis dedos, conecta cada significante con «SUS» significados.
«No te preocupes mamá, porque yo se que tu lo vas a conseguir, porque eres la más lista y vas a aprobar» La inocencia de Mario consigue que mis labios arrojen la primera sonrisa del día. Pero es que esos ojos verdes que brillan y se abren cuando afirman con tanta seguridad, abanicados por sus grandes pestañas, me derriten. Y es que por fin tengo tiempo para pararme a escucharlo, exprimir cada una de sus frases , de sus palabras atropelladas, irregularmente compuestas y acertadamente sinceras. Por fin, puedo grabarme en la retina los quiebros de sus manos al explicarme como de grande es el «ligre» , una mezcla de león y tigre que aparece en un video de youtube que le ha enseñado su hermano Bruno. Y es que nuestra existencia es tan pasajera que no debemos permitirnos hacerle un feo a la alegría que se encuentra en estos y aquellos pequeños detalles.
En estos días he vuelto a necesitar que me abracen. _Es cierto, y me da vergüenza admitirlo. Pero el mal humor constante por cosas que ahora me parecen absurdas, la falta de tiempo permanente no me dejaban disfrutar y empaparme de sus besos. Y es que son tan dulces, tan ciertos, que noto de nuevo como mi corazón se expande cada vez que Bruno se acerca y bautiza mi mejilla con su agua bendita. Jamás me ha gustado ser una madre ñoña, tampoco va conmigo ser una gallina clueca, pero es cierto que algunos aspectos de nuestra relación se habían enfriado por una corriente gélida y estresante que se estaba apoderando de nosotros y de nuestro tiempo. Pero, principalmente de mí.
Para que uno pueda amar, ha de amarse a sí mismo, ha de librarse de sus miedos y , entonces, dejará de sentirse solo. Y yo he roto con ellos. Voy a amarme : porque todos merecemos renacer, caminar hacia lo que nos hace felices, porque enmaromarse de tu familia es una forma de locura que está socialmente admitida, y yo quiero probar la locura, porque he dejar este libro ajeno, y comenzar a escribir el mío propio.
Y el primer capítulo lo voy a llamar cálculo imposible. ¿Y qué es eso? Pues una de esas frases tan asombrosamente maravillosas que salen por la boca de mi pequeño Mario y que a partir de ahora prometo guardar no solo en mi memoria , sino en estos textos para que jamás se nos olviden.
Te quiero mucho cariño, ven dame una abrazo.
Y yo te quiero más, mamá. Mario me abraza y hunde su cabeza en mi estómago como queriendo entrar de nuevo en mis entrañas.
No, yo te quiero más aún. Y pongo cara de «aún eres pequeño para entender el amor de una madre». A lo que Mario responde muy serio y apuntándome con el dedo:
No, eso no es verdad mamá, porque has hecho un cálculo imposible.
Y ha sido entonces cuando todo mi presente ha vuelto a tener orden y concierto.
¡Precioso! Gracias por la ternura de este cuento!
Un abrazote <3
Sara
P.d. No sé si te avisé, pero hace días cambié el nombre de
mi blog (antes biblioteca62), ahora alamosdeviento.wordpress.com
Sucede que muchos amigos no me reconocen y he tenido
que avisar uno por uno…
¡Feliz fin de semana!
Gracias, es la vida misma hecha relato ?!
Muy bonito. No hay nada como un abrazo de ellos . Un beso.
Muchas gracias Albina, imagino q para esta madre seria el mejor premio . Un beso enorme guapa ??