Esto es muy agotador, desde que te levantas hasta que te derrumbas en la cama, no hacemos otra cosa que demostrar/nos todo aquello que somos o debemos ser. Demostramos que somos civilizados en el momento en el que suena el despertador y somos capaces de apagarlo con un solo gesto de muñeca, en vez de estamparlo contra la pared, cual pelota de béisbol americana. Ante la imagen que vemos reflejada en ese «criminal» , demostramos que tras un cepillado, limpiado y abrillantado, podemos esculpir de nuevo las facciones que el tiempo esta emperrado en eliminar. Consigues llegar al trabajo, después de haber peleado con tu hijo mayor por las zapatillas que debe ponerse para correr mejor(demostración por el pasillo de casa) y con tu hijo pequeño para que la cazadora no tome forme de antifaz de batman, sino de capa de superman, mucho más fuerte y más rápido en el aire(aquí me ahorro la demostración, tengo que llegar al curro). Posiblemente hayas tenido que ceder el sitio en el tren/metro varias veces para que se sienten quienes, seguramente hayan podido hacer pilates antes de salir a trabajar, y así demostrar que aún nos queda un ápice de esa educación que tanto le constó a nuestros padres transmitir, doy fe de ello. Ya en la oficina, tras dar los buenos días casi siempre sin respuesta (algunos son huérfanos , que le vamos a hacer), corroborar con varios compañeros que efectivamente es invierno (je,es como hablar del gobierno, acierte o no siempre tiene la culpa el del tiempo) uno se dispone a dar crédito de que aún nos quedan neuronas que bailen al son de la melodía que se le haya ocurrido a alguno, no siempre tiene ritmo, pero ahí estás tu , para demostrar que por lo menos se puede bailar, ja. Por no mentar aquellas situaciones en las que el ser políticamente correcto hace que pilotar un Boeing 747 no sea más que un juego de niños. Tras una dura jornada, vuelves a casa , no para descansar, no, sino revivir , cual peor dejà vu tus años escolares, con el reto de hacerle entender a tu hijo el problema de cálculo , sin que se sienta herido por su pueril ignorancia, caspita, yo no estudie magisterio, soy mama, no “seño”. La mochila de las demos esta casi a reventar , pero nos queda la cena. Arguiñano, Ferran Adrià y Arzak son meros aprendices frente al Chef que tiene que conjugar el menú del comedor de los niños, con lo que hemos engullido los adultos, con lo que escasamente hay en la nevera, joer , es fin de mes y no me había dado cuenta que la probe silva cuando abrimos la puerta.
Finalmente, una vez que el silencio se abre paso entre toda esta multitud, te apoltronas en el sofá esperando que alguien te demuestre que todo es un sueño y que, en efecto, eres Catherine Z.Jones, esperando que vuelva un Antonio Banderas para pasar una noche amor, sexo y desenfreno.
Jajajaja..Niña, tu es que no te has dado cuenta, la vida, es como un partido de tenis, parece sosa y aburrida, y aunque todos los dias intentamos hacer lo mismo, y nuestras cosas, ya sean de trabajo o personales van dando tumbos de un lado a otro… siempre hay que estar preparado para alegrarte de los pequeños triunfos o puntos de partido que obtienes con cumplir tus obligaciones o cuidar a tu familia y sobretodo evitar que las imperfecciones de este mundo te roben los pequeños triunfos que consigues cada dia.
Resumiendo que me lio y sobretodo que mi cerebro ya no carbura porque solo pienso en numeros ultimamente… Hay que alegrarse y disfrutar de las batallas que se ganan cada dia, porque no somos heroes,y nuestras vidas no son de pelicula, en donde siempre ganan los buenos, pero si por lo menos en nuestras vidas intentamos ser los buenos, supongo que en algun momento llegaremos y nos convertiremos en heroes.. x cierto si eso pasa.. me pido Superman vale…..